La innovación de Lovecraft consiste en la transición de la temática tradicional del terror sobrenatural, que hablaba de fantasmas y satanismo, a la inclusión de elementos de ciencia ficción que realizó, pues incluyó en sus historias: viajes en el tiempo, razas alienígenas y la existencia de otras dimensiones.
El mismo Stephen King lo reconoció afirmando que Lovecraft es el príncipe oscuro y barroco de la historia del terror del siglo XX. Además de considerársele así, ha sido un autor influyente no sólo en Stephen, sino, también, para diversos escritores modernos de terror como: Bentley Little y Joe R. Lansdale, quienes lo han señalado como un autor muy influyente en su trabajo.
Las pesadillas que sufría Lovecraft sirvieron de inspiración para el escritor estadounidense, quien presentaba por medio de sus textos su inconsciente y su simbolismo. Debido a sus diversos intereses le tomó aprecio a los textos de Edgar Allan Poe, autor que le impulsó e influyó en sus primeras historias, llegando a crear atmósferas macabras. Un ejemplo claro de esto fue El necronomicón; libro mágico creado por él.
En sus escritos utilizaba vocabulario arcaico u ortografía en desuso, al igual que algunos adjetivos de extraño uso como: gibosa o ciclópeo. Siendo anglófilo, su literatura está plasmada de inglés británico.
Se volvió ateo, pues los constantes avances científicos reducían al ser humano a un grano de arena que se encuentra en medio de un desierto. Tras abandonar la religión, Lovecraft se refugió en las letras para crear mundos inauditos en los que exploraba su inconsciente oscuro.
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